La Asociación Grupo de Duelo Monzón nació hace ya 7 años como respuesta a una experiencia personal
de su Fundadora y Presidenta
hasta el pasado año, Mireia Gutiérrez.
Lo
que comenzó como un grupo de
autoayuda entre personas que estaban atravesando circunstancias similares a
causa de la pérdida de un ser querido, se ha ido convirtiendo con el
paso de los años en una asociación sin ánimo de lucro, dinámica, comprometida
con el entorno, con una visión rigurosa y profesional de la ayuda en procesos de duelo, y que cuenta con un equipo de profesionales
colaboradores de diferentes ámbitos. Desde entonces, numerosos usuarios han
sido acompañados y apoyados en estos momentos tan difíciles de sus vidas.
“Por mucho que lo intentemos evitar,
todos tarde o temprano tenemos que enfrentarnos a la pérdida de un ser querido”.
Hoy
en día la cultura imperante en nuestra sociedad, influye en que cada vez seamos menos capaces de tolerar
el dolor y hace que esperemos soluciones rápidas y técnicas por parte
de los profesionales y hasta incluso se contempla la farmacología como primera
opción para reducir el dolor, siendo en definitiva un adormecimiento del mismo
únicamente.
Nuestra filosofía no es ofrecer
soluciones rápidas e intentar evitar el dolor que causa la pérdida de un ser
querido.
No invitamos a abandonar los pensamientos negativos ( o a veces mal llamados negativos), tampoco a sustituirlos por los positivos como suele recomendarse , ni a distraerse, a olvidar, a no hacer caso de las sensaciones, pensamientos y sentimientos que pueden resultar tan intensos en un proceso de duelo.
Otorgamos el valor que tienen todos estas emociones, pensamientos y comportamientos, en definitiva formas personales de afrontar el proceso de duelo y que contribuyen a la elaboración del mismo por parte del doliente y es a través de su integración y expresión, que una persona puede elaborar su duelo.
No invitamos a abandonar los pensamientos negativos ( o a veces mal llamados negativos), tampoco a sustituirlos por los positivos como suele recomendarse , ni a distraerse, a olvidar, a no hacer caso de las sensaciones, pensamientos y sentimientos que pueden resultar tan intensos en un proceso de duelo.
Otorgamos el valor que tienen todos estas emociones, pensamientos y comportamientos, en definitiva formas personales de afrontar el proceso de duelo y que contribuyen a la elaboración del mismo por parte del doliente y es a través de su integración y expresión, que una persona puede elaborar su duelo.
Prestamos
especial atención a colectivos
que a veces ven minusvalorado o negado su duelo, es decir duelos desautorizados
como el de los niños, los ancianos, las personas con discapacidad mental, la pérdida perinatal, el duelo por la pérdida
de una mascota, y el duelo por suicidio.
Al
mismo tiempo somos conscientes de que nos
enfrentamos a múltiples y variadas pérdidas a lo largo de la vida como
la pérdida de la salud, de estabilidad económica y bienes materiales, de
trabajo o de pareja entre otras.
A
todas estas pérdidas también se les
debe prestar la atención necesaria ya que provocan en muchos casos
crisis vitales de gran envergadura que exceden de los recursos personales
disponibles en ese momento por la persona o familia que los padece.
Respetamos rigurosamente los principios
éticos de nuestra profesión,
con un compromiso firme por la formación y calidad de los profesionales que
integramos la Asociación porque tenemos muy claro que a veces no es suficiente con
la buena voluntad.
Así
mismo velamos por la intimidad y
confidencialidad de todos nuestros usuarios.
Nuestro objeto es ser un recurso de
apoyo para los servicios de salud
de nuestra región, muchas veces colapsados por la gran demanda que reciben. Por
ello siempre ofrecemos nuestra colaboración a los profesionales sanitarios para
que nos conozcan, sepan cómo trabajamos y puedan derivar con tranquilidad y
total confianza a aquellos pacientes que ellos consideren.
“Nuestra motivación para seguir
trabajando día a día es poder llegar a todas aquellas personas que lo necesiten”.
En
la mayor parte de los casos los recursos personales y el apoyo del entorno
hacen que poco a poco una persona vaya superando y elaborando su duelo, lo que
no quiere decir que no sea doloroso. Aunque también existen personas en las que el duelo se complica e
interfiere y limita su vida. Es en estos casos donde aunque no podamos eliminar
el dolor si que podemos acompañar con
respeto, cariño y profesionalidad y ayudar a la persona a elaborar su duelo.
MARTA SARIÑENA SALAMERO
Directora Asociación Grupo de Duelo
Monzón
Psicóloga- Psicoterapeuta
especializada en duelo y pérdidas.
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